Pensamiento Alternativo

martes, mayo 23, 2006

¿Había una vez un país competitivo; o Calderón, los conservadores, y la desigualdad?



Gilberto García Vazquez y Sergio Silva Castañeda



En este escrito le seguimos la pista al artículo “Llorar o Votar”, donde expresamos la necesidad de dedicar menos tiempo en adivinar la personalidad de los candidatos a partir de su letra, y mas en analizar las visiones de país que cada uno de ellos tiene. Dejemos a La Paca lo que es de La Paca -la gracia de presentir las psiques de los políticos-, y dediquemos nuestros recursos al mundano ejercicio de discutir el tipo de país que queremos construir. Después de todo, como electores expuestos a las ridículas sumas de dinero gastadas en publicidad escénica, debemos sobreponernos a lo trivial de las campañas para percibir que, mas allá de las caras maquilladas o los spots creativos, se encuentra el arsenal de ideas –o la carencia de ellas- que afectarán nuestra calidad de vida y nuestros valores como sociedad. Si se trata de saber lo que hay detrás de los políticos, nada mejor que analizar su visión de país a partir de las propuestas de campaña.

(Advertencia: en este artículo analizaremos la propuesta fiscal de Calderón, pero no vamos a escribir sobre el IVA. Ese ya ha sido analizado a profundidad por Roberto Madrazo, un experto no sólo en evadir toda forma de pago fiscal sino también en derrotar en debates a políticos de la estatura de Everardo Quiensabeque).

En su página de Internet www.felipe.org.mx, Calderón propone “Convertir el Impuesto sobre la Renta en un impuesto de tasa única para cualquier nivel de ingreso.” Para igualar la tasa impositiva se requiere instrumentar al menos una de las siguientes tres estrategias: (a) aumentar la tasa que pagan los grupos de menor ingreso; (b) reducir la tasa que pagan los grupos de mayor ingreso; o (c) una combinación de ambas. Dado que la propuesta de Calderón estipula que ninguna tasa impositiva habrá de elevarse, es lógico deducir que se busca la reducción del impuesto sobre la renta de los sectores mas pudientes. Esto es un gran error.

Antes de continuar, es importante decir que el manifestarnos en contra de la reducción de impuestos a los mas ricos -al grado de igualarlos con los que pagan los demás sectores de la sociedad- no responde a un maligno rencor contra la burguesía, ni pretendemos escribir un capítulo mas de la absurda telenovela que polariza las clases sociales –como si acaso las clases sociales en México requirieran ayuda para polarizarse. Estamos en contra de la propuesta fiscal de Calderón por elemental lógica económica, que en el fondo lo es también de solidaridad social.

En su propuesta fiscal, el argumento de Calderón es tan elegante y simplista como equivocado e ingenuo. Su construcción es la siguiente: un impuesto de tasa única reduce los costos tanto del gobierno que cobra como del ciudadano que paga, desencadenando un círculo virtuoso que conduce a una mayor recaudación fiscal. El asumido incremento en la recaudación fiscal supera la pérdida de ingresos del gobierno por la reducción en impuestos a los mas ricos, por lo que no solo no se afectan los recursos fiscales sino que incluso se incrementan. Finalmente, esta lógica concluye, los ahorros fiscales de los mas ricos se destinarán a crear mayores inversiones y mejores empleos. Menos impuestos a los mas ricos, aunado a menos impuestos a las corporaciones y grandes empresas, nos lleva ¡al presidente del empleo! ¡Abracadabra! Y si alguien duda de la eficacia de esta propuesta, Felipe y sus asesores nos dicen que lejos de ser una vacilada, la formula ha probado su éxito en 8 países de Europa del Este: Estonia, Lituania, Letonia, Rusia, Ucrania, Eslovaquia, Georgia y Rumania.

Para analizar una construcción lógica tan contundente como la de Calderón necesitamos ir por partes. En primer lugar, el supuesto incremento en la recaudación a partir de la reducción de los impuestos a los mas ricos es tan real como los méritos del Chiquis García para ir al mundial. Quienes evaden impuestos en México lo seguirán haciendo, independientemente de si la tasa es diferenciada –progresista- o equivalente –regresiva. Y si no nos creen pregúntenle a Madrazo, que es experto en el tema de la evasión fiscal. Como él, nadie que cuente con los mecanismos legales o ilegales para evadir impuestos va a dejar de utilizarlos sólo porque ya no requiere revisar qué porcentaje de su ingreso es el que debe pagar. Asimismo, un vendedor ambulante no va a pagar impuestos sólo porque la justicia social ha llevado al absurdo de que la tasa que debe pagar es igual a la que pagan los miembros del gabinete presidencial. Fuera del mundo de las fantasías, la única forma de reducir la evasión es mejorando la capacidad fiscalizadora del estado, y esto no tiene relación con la homologación en el impuesto al ingreso. Para entenderlo basta ver el funcionamiento de los mecanismos fiscales en Europa Occidental, sobre todo en los países que tienen regímenes fiscales progresivos (progresivo: exótico principio de los regímenes fiscales donde las personas con mayor nivel de ingreso pagan mas impuestos. Esta idea se basa en un extraño principio: la sociedad está construida con base en la solidaridad de sus miembros para mejorar las condiciones de vida de todos).

¿Se trata de un caso de incompetencia para entender principios básicos de economía? Nos cuesta trabajo creer que la inteligencia de Calderón, o la de sus asesores, sea tan escasa como para creer que el estado tendría mayores ingresos con una tasa única de impuesto sobre la renta –démosle algo de crédito a los muchachos. De lo que se trata es de una propuesta fiscal que expresa claramente las concepciones económicas de los conservadores en México. Por un lado, el objetivo de la propuesta fiscal es atender los intereses de un sector importante de su clientela electoral; por el otro, se pretende reducir los costos al capital para generar crecimiento económico -que en dogma de los conservadores es equivalente a empleos y bienestar social. Con respecto al primer objetivo, Calderón tiene toda la razón del mundo: es su derecho e incluso obligación atender al sector de la sociedad que mejor representa. Sin embargo, en el aspecto económico, su propuesta se basa en supuestos alejados de toda realidad.

Abaratar el país a la inversión extranjera, en el supuesto de que esto dilatará nuestro sex-appeal en el ámbito internacional e incrementará nuestra “competitividad”, es simplemente lo que parece: un supuesto muy barato. Además, crecimiento económico no es sinónimo de bienestar. Los bajos impuestos al ingreso de los mas ricos, así como a las ganancias de las corporaciones, no reflejan el verdadero costo que como país tenemos que pagar en términos del deterioro del medio ambiente (en la forma de contaminación del agua, aire, y suelo); la contribución económica de los trabajadores y las micro y pequeñas empresas (en la forma de un subsidio de facto en los servicios públicos que se prestan a las corporaciones y a los sectores mas ricos del país, que son generalmente los mas costosos); el precio de establecer adecuadas redes de bienestar social (en la forma de mejores salarios, condiciones laborales y prestaciones sociales para los trabajadores); y, sobre todo, los costos de crear una fuerza de trabajo eficiente y en verdad competitiva (en la forma de educación, educación, y mas educación). Tener un país competitivo y con futuro cuesta. Una sociedad solidaria es la que sabe diferenciar el pago de los costos entre sus miembros, al tiempo que busca la distribución de los beneficios. Si tuviésemos que resumir en una frase la propuesta fiscal del “candidato del empleo”, para estar a tono con la mercadotecnia política propondríamos el lema: “Por un país barato, ¡a cualquier precio!”.

Al igual que Europa del Este, la propuesta fiscal de Calderón busca incrementar lo que ha sido una tendencia de los gobiernos conservadores en los últimos años: la oferta de generosos incentivos fiscales para atraer grandes inversiones. A pesar de que los incentivos fiscales están disponibles también para las empresas nacionales, estos son aprovechados en mayor medida por las corporaciones multinacionales -que son quienes tienen el capital necesario para negociar aún mejores condiciones fiscales con las autoridades locales y federales. El gran supuesto en esta aventura es que los incentivos fiscales incrementan las inversiones, y éstas incrementan el empleo y la riqueza, lo que eventualmente se traduce en mejores condiciones de vida. ¿Es cierto esto? Hay abrumadora evidencia que muestra que este supuesto es erróneo: economía no es física o alquimia, y las decisiones sobre inversión de las empresas dependen de muchos factores, la mayoría de ellos fuera de la racionalidad de los conservadores (en México, Europa del Este o Estados Unidos). La inversión que genera empleos de calidad está relacionada con la capacidad del estado para mejorar la educación, la salud, la infraestructura, y en general las redes de solidaridad social. Empleos de calidad se derivan de las inversiones que buscan países con infraestructura, una sociedad innovadora, y una fuerza laboral sana, capacitada, flexible y educada. Para lograr esto necesitamos un estado con recursos, además de capacidad y disponibilidad para invertirlos en estos renglones, porque es allí en donde el mercado nunca podrá sustituir la acción del estado. Y para realizar inversiones se necesitan recursos fiscales. Pensar que las empresas trasnacionales o los grades corporativos transitarán el dinero que no pagan en impuestos a crear más y mejores fuentes de trabajo en México, es tan absurdo como pensar que los ahorros de los mas ricos por pagar menos impuestos se destinarán a obras de caridad, y que caridad es sinónimo de bienestar.

Fuera de las especulaciones dogmáticas o los maquillajes pragmáticos, un resultado previsible de una reforma fiscal regresiva -como la que propone Calderón- es que el abismo entre ricos y pobres habrá de acrecentarse aún mas. Este camino no es otro sino el de depositar la carga fiscal en impuestos al trabajo de las clases bajas y medias, y el privilegio para los sectores ya privilegiados.

Tal vez adoptamos una posición critica de la propuesta fiscal de Calderón porque nunca hemos ido a Lituania. Sin embargo, para ejemplificar su propuesta no se requiere ser tan exótico. Si lo que los conservadores buscan es una reforma que reduzca la capacidad del estado para combatir la desigualdad económica –por creer que la desigualdad o no existe o la reduce la mano invisible del mercado- utilizar como ejemplo países menos desiguales que México es inadecuado. Al ser países menos desiguales, en Europa del Este la tasa única de impuesto al ingreso tiene un efecto menor en la re-distribución de la renta que en México. En esos países, quienes lideraron los cambios fiscales consideraron que la equidad era un aspecto menos importante en su agenda de reforma. En nuestro país el escenario es totalmente diferente, como muestran los datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para usar términos técnicos –no nos vayan a atacar de poniatowskos- hablemos de Gini, un índice estadístico que mide el nivel de desigualdad en el ingreso en un país. La escala de desigualdad de un país va de 0 a 100, siendo 0 el correspondiente a una sociedad completamente igualitaria y 100 el de una sociedad donde todos los recursos se concentran en Slim. De acuerdo a este índice, el país más desigual del mundo (según el PNUD) es Namibia -con un Gini de 70.7. El país menos desigual es Dinamarca -con un Gini de 24.7. Los países utilizados como ejemplos por Calderón tienen un Gini inferior a 40; dos de ellos están incluso por debajo de 30 (Eslovaquia y Ucrania). El país que tiene el Gini mas bajo es Eslovaquia (25.8), que ocupa el lugar número 7 en igualdad en la lista; el que cuenta con el Gini más alto es Estonia, que ocupa el lugar número 61. En México, por otro lado, tenemos un coeficiente de Gini de 54.6, lo que nos ubica en el honroso lugar 109 de un total de 124 países para los que el PNUD tiene datos (somos mas desiguales que 108 países). Si bien la desigualdad en Europa del Este se está incrementando a partir de la homologación del impuesto al ingreso, en el momento de sus reformas fiscales reducir la desigualdad no era parte de su agenda. Una pregunta pertinente es si realmente debemos copiar el modelo fiscal de países que no sufren de una enorme desigualdad, a pesar de que nosotros sí.

Probablemente los asesores de Calderón estudiaron los sistemas fiscales de los países de Europa del Este, y desde el fondo de su corazón los consideran ejemplos a seguir. Pero el fondo de su corazón les debe también indicar que no hay necesidad de ir tan lejos para decirnos el modelo económico que tienen en mente cuando exponen sus propuestas fiscales. Para nuestra desgracia, su propuesta de tasa única para el Impuesto sobre la Renta es similar a la estrategia seguida por George W. Bush: reducción sistemática de los impuestos a los mas ricos. La estrategia del gobierno conservador de Bush, tan exitosa en Ucrania según Calderón, no sólo ha deteriorado la distribución del ingreso en Estados Unidos, sino también, a partir del irresponsable incremento en el gasto militar, ha creado el déficit fiscal más grande en la historia de cualquier economía en la era moderna. Daniel Altman hace una crítica detallada, si bien bastante moderada, al proyecto económico de Bush en su libro Neoconomy: Geoge Bush´s Revolutionary Gamble with America´s Future.

Atender la desigualdad en México es una prioridad que rebasa argumentos de eficiencia para insertarse en el espacio de la justicia y el bienestar colectivos –lo que vimos en Atenco puede es tan sólo una reacción a la natural incapacidad del mercado para crear oportunidades para todos, y a la insuficiencia del estado mexicano para solventar su ausencia. La brecha que estamos creando entre ricos y pobres no será resuelta por los Teletón o los Vamos México, o los almacenes Wal-Mart o los restaurantes McDonalds, o las maquilas o la migración a Estados Unidos. Lo que necesitamos es un estado con las herramientas adecuadas para mejorar la distribución del ingreso a partir del equitativo acceso a oportunidades. La desigualdad, sumada al dogmatismo de los conservadores, nos lleva a una fórmula económica que mantendrá en la miseria a millones de mexicanos que, al carecer de acceso a educación, salud, alimentación, servicios básicos, y por lo tanto de buenos empleos, no podrán acceder a los beneficios del mercado, ni tampoco a la protección social que solo proviene del estado. Al igual que George Bush en Estados Unidos, Calderón en México no logra entender la importancia de políticas progresistas para atender las desigualdades sociales. Su propuesta económica es, por el contrario, una receta para incrementar la desigualdad, tal como está sucediendo en los países de Europa del Este. Y es por ejemplo allí, en este pequeño detalle, en donde se esconde el diablo.


Gilberto García Vazquez y Sergio Silva Castañeda jugaron como medio de contención y defensa central en la Selección de Fútbol del CIDE. Actualmente, Gilberto juega como medio ofensivo en el departamento de Administración y Políticas Publicas de la Universidad de Carleton. Sergio es delantero –y mete goles- en el departamento de Historia de la Universidad de Harvard.

El arte de ser hombrecito

No quiero dejar de mencionar que me parece que ustedes dos, beneficiarios de becas de este gobierno panucho, son un par de lamepatas del homosexual pasivo y fascista de López, el cual a pesar de que lo digan los panuchos, si es un peligro para el país...
Limbo




Estimado Limbo, esta nota responde a la insistencia y no a la profundidad de tus comentarios.

En la tradición católica, la palabra "limbo" se refiere a todos aquellos que han sido completamente olvidados, los que han sido rechazados por una razón que les supera -el no haber sido bautizados, por ejemplo- de las puertas del cielo. Nos resulta curioso que hayas adoptado ese nombre. Apodarte Limbo te debe liberar de toda responsabilidad por cualquiera que sea tu suerte.

El que te refieras a alguien 'despectivamente' como "homosexual pasivo" denota tus conflictos internos. Para ti las mujeres son inferiores a los hombres, faltaba mas. De niño aprendiste que te debías comportar en una manera consistente con las expectativas culturales del don de la masculinidad que te fue otorgado. Como resultado de ese gran tesoro que te dio El Dios -sí, dios debe ser varoncito también- has vivido con la presión de comportarte tan machista como te sea posible, y así demostrar tu virilidad a prueba de toda tentación y, por lo tanto, tu superioridad sobre los demás -claro, tu superioridad sobre las mujeres está fuera de toda discusión.

El rol sexual "activo" es el único rol que puede cumplir con las expectativas culturales para alguien llamado a ser tan masculino como tú. El rol "activo" permite mantener dominación penetrando a otros. El sexo de la persona que se penetra no es tan relevante como el rol activo-dominante que se lleva a cabo. Un homosexual "pasivo", por otro lado, te debe parecer algo abominable. Es un homosexual entre los homosexuales, y por tu construcción mental de macho en las alturas, eso debe equivaler ¡a ser mujer!

Qué otra posibilidad te queda, pensarás, mas que ubicarte en el Limbo. Nosotros creemos que tienes mas alternativas de las que te imaginas. Un psicólogo, por ejemplo, te podría ayudar a entender que los estereotipos y tabúes con los que has crecido son erróneos: las preferencias sexuales y el género NO determinan el valor de una persona. Si no tienes forma de acudir al psicólogo -en el limbo debe ser difícil encontrar a alguno- puedes repetir esa frase ("las preferencias sexuales y el género NO determinan el valor de una persona") hasta que sea parte de tu estructura mental. Por otro lado, un gobierno progresista podría facilitar la reducción de los prejuicios de todos aquellos que han sido llamados a ser machitos.

Estamos convencidos de que una agenda progresista -¡algún día!- hará posible no solo la adopción de instituciones que atemperen el odio, el rencor y la discriminación, sino también aseguren el ejercicio del derecho a ser diferente. En esa agenda de política progresista destacan el matrimonio entre homosexuales y efectivas políticas de género; ambos instrumentos de política nos ayudarán a construir una sociedad en la que el Limbo solo sea parte de la mitología cristiana-romana, y no el lugar en el que los machitos han sido olvidados. Mientras ese día llega, te sugerimos afrontar tus prejuicios en otros espacios públicos. Este Blog no es adecuado para la expresión de actitudes discriminatorias. Si lo pudiéramos poner de una manera mas sencilla, este espacio es para quienes entienden que el valor de las ideas no proviene de los genitales sino del ejercicio de la razón.

Esta será la última opinión que te dedicaremos. Hemos decidido que la única censura que nos es valida es aquella que borre la discriminación y el fomento de la intolerancia que tanto te agradan. En lo sucesivo, tan solo borraremos los comentarios discriminatorios, como los tuyos, sin escribir una nota de por medio. Sin embargo, hemos decidido dejar los que ya has escrito como un recordatorio de lo que como sociedad debemos superar.

Recibe un viril y activo abrazo


Gilberto "lame-patas" Garcia y Sergio "caza-becas" Silva

Armando pregunta

Armando pregunta: ¿Cierto o no que Elena Poniatowska ya reconoció que no sabe de dónde salió el dinero para los segundos pisos?


Es cierto que Elena Poniatowska ya reconoció que no sabe de donde salió el dinero para los segundos pisos. Antes de contestarte no solo leímos su declaración en Monitor sino que también investigamos su bibliografía –la magia de Google- y nos enteramos de algo aún mas asombroso y harto escandalizador: Poniatowska no es ingeniera ni contadora, mucho menos contralora. A tanto llega su desvergüenza, que ni siquiera tiene conocimiento de procesos presupuestales o de finanzas públicas. ¡Válgame el señor! El que se haya atrevido a decir lo que dijo, ¡en televisión nacional!, sin suficientes credenciales es simplemente inmoral.

Armando pregunta: ¿Cierto o no que la información sobre los segundos pisos no se puede hacer pública sino hasta en 10 años?


No es cierto que tengamos información de los segundos pisos hasta después del mundial de Sudáfrica. No entendemos que tan pública debe ser la información pública para ti, pero nos parece que la página de Internet: http://www.fimevic.df.gob.mx/ tiene suficiente información para el análisis y la crítica de las obras viales en la Ciudad de México. Pero desde este Blog alzamos nuestra voz para decirle a Elena Poniatowska que no sea ella quien analice esta información, tomando en cuenta los resultados de nuestra investigación sobre sus nulas credenciales sobre la materia.

Armando pregunta: ¿Cierto o no que partidarios del PRD "clausuraron" Crónica, lo cual evidencia su total intolerancia? ¿Cierto o no que AMLO no condenó lo anterior?


¿Clausuraron Crónica? ¿Crónica? No sabemos quién, porqué o a cargo de quién lo hizo. Pero decir que Crónica fue clausurado y por ello perdió lectores es como decir que en el estadio Tres de Marzo no hubo aficionados porque los hinchas del Atlas estaban celosos de la efervescencia en los juegos de los Tecos y por ello les armaron un compló. Claro, aún los mas malos periódicos, así como los malos estadios o los malos Blogs, merecen respeto, y por ello exigimos un fiscal independiente que dirija una investigación… hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga. Y si AMLO no condenó la “clausura” de Crónica, que el pueblo se lo demande.

Armando pregunta: ¿Cierto o no que AMLO nunca permitió que se instalara y funcionara correctamente el Consejo para la Transparencia de la Información del DF?


Es cierto. Y este es un tema muy, pero muy lamentable. El acceso a la información es vital para una democracia. De acuerdo a diversos estudios –son interesantes en este campo los de Arturo del Castillo- la Ciudad de México cuenta con una de las leyes de acceso a la información mas rudimentarias en México. La mayoría del PRD en la Asamblea Legislativa no ha sido capaz de impulsar un derecho de los ciudadanos.

Armando pregunta: ¿Cierto o no que la corrupción en el gobierno del DF fue real durante su mandato?



De acuerdo a Transparencia Internacional, capítulo México, la “mordida” es un fenómeno mas común en la Ciudad de México que en el resto del país. Asimismo, en lugar de disminuir se ha incrementado. El reporte también indica que en el resto del país, independientemente del partido político que gobierna, la “mordida” a un funcionario público para evitar un trámite se ha hecho mas popular que el himno nacional. Un dato curioso, que se puede leer en el informe, es que en todo el país son los ciudadanos con mayor nivel académico los mas propensos a incurrir en sobornos. Valdría la pena que algún experto –no, Elena, tú no eres experta- corriera alguna regresión para ver si la correlación entre educación y mordidas influye a que sea la Ciudad de México el lugar con mas mordidas –siendo también la ciudad con mayor nivel educativo del país. Entender la corrupción en México nos ayudará a combatirla eficazmente. Todos los partidos políticos del país han fallado en instrumentar políticas públicas que reduzcan la corrupción, y eso también se puede leer en el reporte de Transparencia México. Conclusión, la corrupción en el gobierno del DF ha sido real, tan real como en el resto del país. No sabemos qué pasó con Ponce, como tampoco sabemos lo que pasó con las tepocatas, las víboras prietas, los malosos y la nomenclatura. Seguimos investigando.


Armando pregunta: ¿Cierto o no que AMLO se negó a pagar por lo del Paraje de San Juan pero ya la administración de Alejandro Encinas ha comenzado a pagar porque, después de todo, el DF sí tiene esa deuda? ¿Cierto o no que, además, la administración de AMLO encarceló al dueño del paraje porque, supuestamente, estaba mintiendo? ¿Encinas es un animal por pagar o AMLO un mentiroso? Ustedes díganme.


Y nosotros decimos. Sí, Encimas es un animal (al igual que tú, y nosotros, y todos los changuitos, chachalacas y pejelagartos que pueblan la Tierra –salvo la mejor opinión del Cardenal Rivera). También es cierto: AMLO cuenta mentiras. De hecho, sería muy interesante hacer un análisis sobre quién es el político mas mentiroso de México. El análisis podría ser por medio de la construcción del Índice del Patrañero Nacional, o, mejor aún, con un concurso estilo Señorita México (“Y dígame usted, candidato, ¿cuánto cree que México va a crecer durante su sexenio? ¿Cuántos minutos necesita para resolver el conflicto en Chiapas? ¿Le gusta o no le gusta la píldora del día siguiente?). A ojo de buen cubero, proponemos a Madrazo, Calderón, Fox y, por supuesto, AMLO, para el primer concurso; después de todo, están todos en campaña. Si alguien tiene la capacidad de contabilizar todas las mentiras que los políticos en México cuentan durante un año -para crear el Índice del Patrañero Nacional- nosotros nos encargamos de postular a esa persona al Nóbel de Economía –en ausencia del Nóbel de Contabilidad, Balance y Arqueo. Si alguno se anima a diseñar el concurso Nuestra Belleza Pinochito a la Mexicana, nosotros ponemos las tangas para la sección en traje de baño.


Armando pregunta: ¿Cierto o no que los segundos pisos no resuelven el problema del tráfico en el DF, pero, que era más fácil y apantallador hacerlos que meterse en broncas con las mafias de micros y demás que, usualmente, están asociadas al PRD?


En general, los segundos pisos son una mala idea. Es mas eficiente mejorar el transporte público –menos contaminación, mayor movilidad, equidad, etc.- que realizar una monumental obra que solo favorece a los que tienen coche o viajan en taxi. Los incentivos políticos de AMLO para hacer el segundo piso parecen evidentes. Sin embargo, nos es difícil decir si la razón para no mejorar el transporte público sobre Periférico y Viaducto era no “meterse en broncas con las mafias de los micros”, como tú lo indicas. De hecho, tu lógica es un tanto complicada de seguir. AMLO le tiene miedo a las broncas con las mafias del transporte, y sin embargo logró crear un sistema de trasporte continuo (Metrobus) en Insurgentes y, según se anuncia, próximamente en otros puntos de la Ciudad, no obstante con esto se afecta los intereses de las mafias del transporte. Y los gobiernos anteriores (del PRI), o los de otras ciudades del país (a excepción de León Guanajuato) no han logrado mejoras sustanciales en sus sistemas de transporte público porque, allí también –con tu propia lógica-, “las mafias de micros y demás, usualmente, están asociadas al PRD”.


Armando pregunta: ¿Cierto o no que la Ciudad de México es, desgraciadamente, una de las más inseguras del mundo? ¿Cierto o no que el narcomenudeo se ha disparado a niveles históricos? ¿Cierto o no que en Iztapalapa, donde están los pobres de los pobres que AMLO va a sacar adelante, la gente no tiene agua y sufre altísimos índices de criminalidad?


La Ciudad de México es muy insegura, pero no nos atrevemos a acompañarte a decir que sea una de las mas inseguras del mundo. Para ello necesitaríamos tener evidencias, mas allá de los lugares comunes que todos utilizan (la Ciudad mas grande del mundo; la ciudad mas poblada del mundo; la ciudad que come mas chile en el mundo; la región que era la mas transparente del mundo; la ciudad con mas chilangos en todo el mundo; la ciudad en la que todos somos licenciados). Por ejemplo, ciudades en donde hay conflictos armados suelen ser mas inseguras, y de acuerdo a Amnistía Internacional, el día de hoy hay guerras o conflictos armados en Irak, Israel, Palestina, Afganistán, Cachemira, Indonesia (Islas Molucca), Nepal, Argelia, Costa de Marfil, República del Congo, Ruanda, Uganda, Somalia, Sudan, Chechenia, y Colombia, por mencionar solo algunos. Ya en estos países puedes contabilizar varias ciudades mas inseguras. Por otro lado, no pocos estudios muestran que en la presencia de mayor desigualdad se incrementa la criminalidad. Y hay pocos lugares tan desiguales como la Ciudad de México. Un debate serio al respecto sería ver las razones de la desigualdad en México –y en la Ciudad de México-, y a quién o quiénes puede ser atribuible, o a qué responde. Ese sería el debate adecuado sobre la delincuencia en el país. Con respecto al narcomenudeo, su combate es y sigue siendo responsabilidad del gobierno federal. Así es la ley, y mientras no le demos atribuciones legales a las policías locales para combatir el narcotráfico, es injusto atribuirles poca actividad al respecto. Finalmente, así como creemos que la criminalidad está relacionada con la desigualdad, también consideramos que el poder del narcotráfico está relacionado con la ilegalidad de las drogas, y la debilidad del estado para combatir el crimen organizado tiene también relación con el poder del narcotráfico. Resolver el problema del narco, de la desigualdad y de la criminalidad no requiere de iluminados, sino de políticas nacionales que tengan un diseño inteligente.


Armando pregunta: ¿Cierto o no que cuando un par de policías fueron linchados en Tláhuac, AMLO declaró que con la gente no hay que meterse, que es la justicia del pueblo?

No fue por el caso de Tláhuac cuando AMLO hizo ese comentario tan irresponsable (siendo él autoridad electa de quien se espera haga cumplir la ley), sino en otro linchamiento –al parecer en las costumbres del pueblo se ha comenzado a excluir al estado. Pero, mi estimado Armando, ¿no te parece que el que un grupo de personas decidan hacerse justicia por su propia mano y cometan la barbarie de quemar –o matar a golpes- a alguien es en sí mismo todo un tema? ¿No habría que analizar los porqué en lugar de detenernos en lo que algún funcionario declaró imprudentemente durante la conferencia de banqueta? ¿Qué hay en el fondo del país, mas allá de AMLO y Fox y Calderón y los 70 años del PRI, que está descomponiendo la capacidad del Estado en México? Entonces, la pregunta sería, ¿qué políticas –entre ellas las económicas- son las que fortalecerían al estado, y quienes las están proponiendo (si acaso alguien las está proponiendo)?

Armado ¿¿pregunta??: ¿Cierto o no que la Ciudad de México ha sido gobernada por el PRD por 9 años? ¿Cierto o no que, de esos 9, 5 correspondieron a AMLO?


Sí es cierto que la Ciudad de México ha sido gobernada por el PRD los últimos 9 años, como también es cierto que el agua moja y el chile pica.


Querido Armando, nunca hemos dicho que AMLO va a cambiar la vida de todos los mexicanos, como tú lo interpretas y dices explícitamente. Tampoco nos hemos declarado los abogados de AMLO, como implícitamente nos colocas. Lo que dijimos en el artículo "Llorar o Votar" es que: la campaña de desprestigio contra AMLO, en lo que se refiere a corrupción, finanzas públicas, populismo y desastre económico están basadas en análisis ligeros y tendenciosos, además de construidos a partir de premisas falsas. Si el día de mañana se hace público que AMLO le vio los calzones a su maestra cuando estaba en sexto de primaria, nosotros seremos los primeros en pedir que se nombre a Serrano Limón fiscal especial contra los crímenes del taparrabo y llame a AMLO a cuentas. Por ahora sólo abogamos por un análisis de las propuestas de los candidatos en lugar de enfrascarnos en los lugares comunes a los que nos invitan los “intelectuales” y los medios de comunicación en México. Allí podremos estar o no de acuerdo, pero por lo menos tendremos la oportunidad de expresarnos con argumentos y no solo con prejuicios o descalificaciones. Es allí –y no en los trusa affair- en donde podremos decidir correctamente nuestro voto.

¡Un enorme abrazo!


Gilberto García Vazquez y Sergio Silva Castañeda