Pensamiento Alternativo

martes, mayo 23, 2006

¿Había una vez un país competitivo; o Calderón, los conservadores, y la desigualdad?



Gilberto García Vazquez y Sergio Silva Castañeda



En este escrito le seguimos la pista al artículo “Llorar o Votar”, donde expresamos la necesidad de dedicar menos tiempo en adivinar la personalidad de los candidatos a partir de su letra, y mas en analizar las visiones de país que cada uno de ellos tiene. Dejemos a La Paca lo que es de La Paca -la gracia de presentir las psiques de los políticos-, y dediquemos nuestros recursos al mundano ejercicio de discutir el tipo de país que queremos construir. Después de todo, como electores expuestos a las ridículas sumas de dinero gastadas en publicidad escénica, debemos sobreponernos a lo trivial de las campañas para percibir que, mas allá de las caras maquilladas o los spots creativos, se encuentra el arsenal de ideas –o la carencia de ellas- que afectarán nuestra calidad de vida y nuestros valores como sociedad. Si se trata de saber lo que hay detrás de los políticos, nada mejor que analizar su visión de país a partir de las propuestas de campaña.

(Advertencia: en este artículo analizaremos la propuesta fiscal de Calderón, pero no vamos a escribir sobre el IVA. Ese ya ha sido analizado a profundidad por Roberto Madrazo, un experto no sólo en evadir toda forma de pago fiscal sino también en derrotar en debates a políticos de la estatura de Everardo Quiensabeque).

En su página de Internet www.felipe.org.mx, Calderón propone “Convertir el Impuesto sobre la Renta en un impuesto de tasa única para cualquier nivel de ingreso.” Para igualar la tasa impositiva se requiere instrumentar al menos una de las siguientes tres estrategias: (a) aumentar la tasa que pagan los grupos de menor ingreso; (b) reducir la tasa que pagan los grupos de mayor ingreso; o (c) una combinación de ambas. Dado que la propuesta de Calderón estipula que ninguna tasa impositiva habrá de elevarse, es lógico deducir que se busca la reducción del impuesto sobre la renta de los sectores mas pudientes. Esto es un gran error.

Antes de continuar, es importante decir que el manifestarnos en contra de la reducción de impuestos a los mas ricos -al grado de igualarlos con los que pagan los demás sectores de la sociedad- no responde a un maligno rencor contra la burguesía, ni pretendemos escribir un capítulo mas de la absurda telenovela que polariza las clases sociales –como si acaso las clases sociales en México requirieran ayuda para polarizarse. Estamos en contra de la propuesta fiscal de Calderón por elemental lógica económica, que en el fondo lo es también de solidaridad social.

En su propuesta fiscal, el argumento de Calderón es tan elegante y simplista como equivocado e ingenuo. Su construcción es la siguiente: un impuesto de tasa única reduce los costos tanto del gobierno que cobra como del ciudadano que paga, desencadenando un círculo virtuoso que conduce a una mayor recaudación fiscal. El asumido incremento en la recaudación fiscal supera la pérdida de ingresos del gobierno por la reducción en impuestos a los mas ricos, por lo que no solo no se afectan los recursos fiscales sino que incluso se incrementan. Finalmente, esta lógica concluye, los ahorros fiscales de los mas ricos se destinarán a crear mayores inversiones y mejores empleos. Menos impuestos a los mas ricos, aunado a menos impuestos a las corporaciones y grandes empresas, nos lleva ¡al presidente del empleo! ¡Abracadabra! Y si alguien duda de la eficacia de esta propuesta, Felipe y sus asesores nos dicen que lejos de ser una vacilada, la formula ha probado su éxito en 8 países de Europa del Este: Estonia, Lituania, Letonia, Rusia, Ucrania, Eslovaquia, Georgia y Rumania.

Para analizar una construcción lógica tan contundente como la de Calderón necesitamos ir por partes. En primer lugar, el supuesto incremento en la recaudación a partir de la reducción de los impuestos a los mas ricos es tan real como los méritos del Chiquis García para ir al mundial. Quienes evaden impuestos en México lo seguirán haciendo, independientemente de si la tasa es diferenciada –progresista- o equivalente –regresiva. Y si no nos creen pregúntenle a Madrazo, que es experto en el tema de la evasión fiscal. Como él, nadie que cuente con los mecanismos legales o ilegales para evadir impuestos va a dejar de utilizarlos sólo porque ya no requiere revisar qué porcentaje de su ingreso es el que debe pagar. Asimismo, un vendedor ambulante no va a pagar impuestos sólo porque la justicia social ha llevado al absurdo de que la tasa que debe pagar es igual a la que pagan los miembros del gabinete presidencial. Fuera del mundo de las fantasías, la única forma de reducir la evasión es mejorando la capacidad fiscalizadora del estado, y esto no tiene relación con la homologación en el impuesto al ingreso. Para entenderlo basta ver el funcionamiento de los mecanismos fiscales en Europa Occidental, sobre todo en los países que tienen regímenes fiscales progresivos (progresivo: exótico principio de los regímenes fiscales donde las personas con mayor nivel de ingreso pagan mas impuestos. Esta idea se basa en un extraño principio: la sociedad está construida con base en la solidaridad de sus miembros para mejorar las condiciones de vida de todos).

¿Se trata de un caso de incompetencia para entender principios básicos de economía? Nos cuesta trabajo creer que la inteligencia de Calderón, o la de sus asesores, sea tan escasa como para creer que el estado tendría mayores ingresos con una tasa única de impuesto sobre la renta –démosle algo de crédito a los muchachos. De lo que se trata es de una propuesta fiscal que expresa claramente las concepciones económicas de los conservadores en México. Por un lado, el objetivo de la propuesta fiscal es atender los intereses de un sector importante de su clientela electoral; por el otro, se pretende reducir los costos al capital para generar crecimiento económico -que en dogma de los conservadores es equivalente a empleos y bienestar social. Con respecto al primer objetivo, Calderón tiene toda la razón del mundo: es su derecho e incluso obligación atender al sector de la sociedad que mejor representa. Sin embargo, en el aspecto económico, su propuesta se basa en supuestos alejados de toda realidad.

Abaratar el país a la inversión extranjera, en el supuesto de que esto dilatará nuestro sex-appeal en el ámbito internacional e incrementará nuestra “competitividad”, es simplemente lo que parece: un supuesto muy barato. Además, crecimiento económico no es sinónimo de bienestar. Los bajos impuestos al ingreso de los mas ricos, así como a las ganancias de las corporaciones, no reflejan el verdadero costo que como país tenemos que pagar en términos del deterioro del medio ambiente (en la forma de contaminación del agua, aire, y suelo); la contribución económica de los trabajadores y las micro y pequeñas empresas (en la forma de un subsidio de facto en los servicios públicos que se prestan a las corporaciones y a los sectores mas ricos del país, que son generalmente los mas costosos); el precio de establecer adecuadas redes de bienestar social (en la forma de mejores salarios, condiciones laborales y prestaciones sociales para los trabajadores); y, sobre todo, los costos de crear una fuerza de trabajo eficiente y en verdad competitiva (en la forma de educación, educación, y mas educación). Tener un país competitivo y con futuro cuesta. Una sociedad solidaria es la que sabe diferenciar el pago de los costos entre sus miembros, al tiempo que busca la distribución de los beneficios. Si tuviésemos que resumir en una frase la propuesta fiscal del “candidato del empleo”, para estar a tono con la mercadotecnia política propondríamos el lema: “Por un país barato, ¡a cualquier precio!”.

Al igual que Europa del Este, la propuesta fiscal de Calderón busca incrementar lo que ha sido una tendencia de los gobiernos conservadores en los últimos años: la oferta de generosos incentivos fiscales para atraer grandes inversiones. A pesar de que los incentivos fiscales están disponibles también para las empresas nacionales, estos son aprovechados en mayor medida por las corporaciones multinacionales -que son quienes tienen el capital necesario para negociar aún mejores condiciones fiscales con las autoridades locales y federales. El gran supuesto en esta aventura es que los incentivos fiscales incrementan las inversiones, y éstas incrementan el empleo y la riqueza, lo que eventualmente se traduce en mejores condiciones de vida. ¿Es cierto esto? Hay abrumadora evidencia que muestra que este supuesto es erróneo: economía no es física o alquimia, y las decisiones sobre inversión de las empresas dependen de muchos factores, la mayoría de ellos fuera de la racionalidad de los conservadores (en México, Europa del Este o Estados Unidos). La inversión que genera empleos de calidad está relacionada con la capacidad del estado para mejorar la educación, la salud, la infraestructura, y en general las redes de solidaridad social. Empleos de calidad se derivan de las inversiones que buscan países con infraestructura, una sociedad innovadora, y una fuerza laboral sana, capacitada, flexible y educada. Para lograr esto necesitamos un estado con recursos, además de capacidad y disponibilidad para invertirlos en estos renglones, porque es allí en donde el mercado nunca podrá sustituir la acción del estado. Y para realizar inversiones se necesitan recursos fiscales. Pensar que las empresas trasnacionales o los grades corporativos transitarán el dinero que no pagan en impuestos a crear más y mejores fuentes de trabajo en México, es tan absurdo como pensar que los ahorros de los mas ricos por pagar menos impuestos se destinarán a obras de caridad, y que caridad es sinónimo de bienestar.

Fuera de las especulaciones dogmáticas o los maquillajes pragmáticos, un resultado previsible de una reforma fiscal regresiva -como la que propone Calderón- es que el abismo entre ricos y pobres habrá de acrecentarse aún mas. Este camino no es otro sino el de depositar la carga fiscal en impuestos al trabajo de las clases bajas y medias, y el privilegio para los sectores ya privilegiados.

Tal vez adoptamos una posición critica de la propuesta fiscal de Calderón porque nunca hemos ido a Lituania. Sin embargo, para ejemplificar su propuesta no se requiere ser tan exótico. Si lo que los conservadores buscan es una reforma que reduzca la capacidad del estado para combatir la desigualdad económica –por creer que la desigualdad o no existe o la reduce la mano invisible del mercado- utilizar como ejemplo países menos desiguales que México es inadecuado. Al ser países menos desiguales, en Europa del Este la tasa única de impuesto al ingreso tiene un efecto menor en la re-distribución de la renta que en México. En esos países, quienes lideraron los cambios fiscales consideraron que la equidad era un aspecto menos importante en su agenda de reforma. En nuestro país el escenario es totalmente diferente, como muestran los datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para usar términos técnicos –no nos vayan a atacar de poniatowskos- hablemos de Gini, un índice estadístico que mide el nivel de desigualdad en el ingreso en un país. La escala de desigualdad de un país va de 0 a 100, siendo 0 el correspondiente a una sociedad completamente igualitaria y 100 el de una sociedad donde todos los recursos se concentran en Slim. De acuerdo a este índice, el país más desigual del mundo (según el PNUD) es Namibia -con un Gini de 70.7. El país menos desigual es Dinamarca -con un Gini de 24.7. Los países utilizados como ejemplos por Calderón tienen un Gini inferior a 40; dos de ellos están incluso por debajo de 30 (Eslovaquia y Ucrania). El país que tiene el Gini mas bajo es Eslovaquia (25.8), que ocupa el lugar número 7 en igualdad en la lista; el que cuenta con el Gini más alto es Estonia, que ocupa el lugar número 61. En México, por otro lado, tenemos un coeficiente de Gini de 54.6, lo que nos ubica en el honroso lugar 109 de un total de 124 países para los que el PNUD tiene datos (somos mas desiguales que 108 países). Si bien la desigualdad en Europa del Este se está incrementando a partir de la homologación del impuesto al ingreso, en el momento de sus reformas fiscales reducir la desigualdad no era parte de su agenda. Una pregunta pertinente es si realmente debemos copiar el modelo fiscal de países que no sufren de una enorme desigualdad, a pesar de que nosotros sí.

Probablemente los asesores de Calderón estudiaron los sistemas fiscales de los países de Europa del Este, y desde el fondo de su corazón los consideran ejemplos a seguir. Pero el fondo de su corazón les debe también indicar que no hay necesidad de ir tan lejos para decirnos el modelo económico que tienen en mente cuando exponen sus propuestas fiscales. Para nuestra desgracia, su propuesta de tasa única para el Impuesto sobre la Renta es similar a la estrategia seguida por George W. Bush: reducción sistemática de los impuestos a los mas ricos. La estrategia del gobierno conservador de Bush, tan exitosa en Ucrania según Calderón, no sólo ha deteriorado la distribución del ingreso en Estados Unidos, sino también, a partir del irresponsable incremento en el gasto militar, ha creado el déficit fiscal más grande en la historia de cualquier economía en la era moderna. Daniel Altman hace una crítica detallada, si bien bastante moderada, al proyecto económico de Bush en su libro Neoconomy: Geoge Bush´s Revolutionary Gamble with America´s Future.

Atender la desigualdad en México es una prioridad que rebasa argumentos de eficiencia para insertarse en el espacio de la justicia y el bienestar colectivos –lo que vimos en Atenco puede es tan sólo una reacción a la natural incapacidad del mercado para crear oportunidades para todos, y a la insuficiencia del estado mexicano para solventar su ausencia. La brecha que estamos creando entre ricos y pobres no será resuelta por los Teletón o los Vamos México, o los almacenes Wal-Mart o los restaurantes McDonalds, o las maquilas o la migración a Estados Unidos. Lo que necesitamos es un estado con las herramientas adecuadas para mejorar la distribución del ingreso a partir del equitativo acceso a oportunidades. La desigualdad, sumada al dogmatismo de los conservadores, nos lleva a una fórmula económica que mantendrá en la miseria a millones de mexicanos que, al carecer de acceso a educación, salud, alimentación, servicios básicos, y por lo tanto de buenos empleos, no podrán acceder a los beneficios del mercado, ni tampoco a la protección social que solo proviene del estado. Al igual que George Bush en Estados Unidos, Calderón en México no logra entender la importancia de políticas progresistas para atender las desigualdades sociales. Su propuesta económica es, por el contrario, una receta para incrementar la desigualdad, tal como está sucediendo en los países de Europa del Este. Y es por ejemplo allí, en este pequeño detalle, en donde se esconde el diablo.


Gilberto García Vazquez y Sergio Silva Castañeda jugaron como medio de contención y defensa central en la Selección de Fútbol del CIDE. Actualmente, Gilberto juega como medio ofensivo en el departamento de Administración y Políticas Publicas de la Universidad de Carleton. Sergio es delantero –y mete goles- en el departamento de Historia de la Universidad de Harvard.

8 Opiniones:

  • Interesantes tus comentarios, solo que olvidaste mencionar que Calderon plantea un sistema "escalonado", calculado en base al nivel de ingreso. Aunque le llama tasa unica por efectos de simplificacion del argumento, ha mencionado que su plan es contar con un sistema simplificado en el calculo escalonado del ISR. Esto lo ha comentado en varias entrevistas televisivas y de radio. Solo que pocas veces le piden que lo explique. Las puedes consultar en su pagina de internet.
    Te recomiendo un blog interesante y con muchos datos y analisis de las propuestas:
    http://mexicoliberal.blogspot.com/
    Saludos,
    Rodrigo R.

    PorAnonymous Anónimo, a las 2:44 p.m.  

  • En el primer debate presidencial (en Abril), Calderon menciono que las personas con ingresos menores a $4000 pesos estarian excentas de pagar impuestos. Lo puedes incluso ver por internet en varios sitios.
    La viabilidad tecnica de esta propuesta la analizaron en Lupa Ciudadana (www.lupaciudadana.com.mx)
    Saludos,
    Rodrigo

    PorAnonymous Anónimo, a las 7:05 a.m.  

  • Felicidades a los autores por el análisis crítico de la propuesta de Calderón a los impuestos. Sin embargo, me voy a permitir hacer un par de comentarios, a pesar de que mis méritos no lleguen más que a ser un simple aficionado que le va a los Pumas y tenga una veladora prendida para que no bajen a la Primera A, es decir, no pertenezco ni he pertenecido a ninguna selección de futbol, porque ni en el XBox me salen las jugadas.

    Por supuesto no pretendo defender al candidato en comento pues sería inútil, aunque en la página que señalan los autores además de decir: “Convertir el Impuesto sobre la Renta en un impuesto de tasa única para cualquier nivel de ingreso”, también dice “Las personas de menores ingresos no serán sujetos de este impuesto”. Eso no lo hace una buena propuesta, pero si somos muy condescendientes la hace una propuesta incompleta e insuficiente, al menos.

    El punto que quiero señalar es que existen dos premisas que son verdaderas y que aparentan una encrucijada para la política fiscal. La primera es que la política fiscal, específicamente la referente al ISR, sí tiene efectos redistributivos y en aras de procurar la equidad social, lo justo es que paguen más los que más tienen. La segunda es que los esquemas fiscales complejos finalmente tienen un efecto pernicioso, no solo sobre la competitividad como lo dice Calderón, sino sobre los mismos sectores de bajos ingresos que no cuentan con la capacidad para contratar despachos de contadores muy caros que aprovechan cualquier vericueto en la Ley para no pagar impuestos y que al final resulte que hasta el Mercedes Benz salió gratis.

    Desde mi punto de vista la posición de crear una tasa única es muy válida para eliminar distorsiones en la economía, pero también es válido pensar en un sistema fiscal progresista que prevea tasas más altas a los sectores de mayor ingreso. La solución a la paradoja es relativamente simple, una tasa fija, pero en lugar de que el piso sea ingreso cero, que sea una línea de pobreza, digamos de $8,000.00 pesos mensuales, por decir un ejemplo. La propuesta mas inteligente sería entonces que se cobrara el 30 por ciento, por decir una tasa impositiva, pero no sobre los ingresos totales, sino sobre la diferencia entre el ingreso y la línea de pobreza. Así, una persona que gana $12,000.00 mensuales sólo pagaría el 30 por ciento de $4,000.00, es decir, $1,200.00 pesos, pero el que gane $150,000.00 pagaría el 30 por ciento de de $142,000.00 es decir, $42,600.00. ¿Se ve progresivo el esquema? ¿Aboga a la eficiencia económica? Pues lo mejor está por venir.

    En el caso de la población que tuviera ingresos inferiores a la línea de pobreza, el impuesto sería negativo, es decir, sería un subsidio. Ejemplo, si alguien gana $4,000.00, el impuesto aplicable sería el 30 por ciento sobre la diferencia entre su ingreso y la línea ¿no es cierto? Bueno, pues la diferencia es -$4,000.00 (nótese el signo negativo antes) que al aplicarle el 30 por ciento de impuesto se obtiene -$1,200.00, lo que implica que en lugar de cobrarle, se le subsidiaría el ingreso. ¿De dónde se sacarían los recursos para subsidiar a los de menor ingreso? Pues de lo que se cobra en los mayores ingresos mayores. ¿Cuánto se le cobraría de impuestos al que se encuentre sobre la línea de pobreza? Nada, ni se le cobraría, ni se le subsidiaría, pues la diferencia de sus ingresos con la línea de pobreza es cero y el 30 por ciento de cero es cero.

    Esta es una propuesta que se puede escribir en la parte trasera de una tarjetita de presentación, regla de oro de los economistas más ortodoxos en materia de eficiencia económica, pero al mismo tiempo procura la equidad y la justicia social. Con un esquema así no sería necesario contratar a un mago de la finanzas para hacer la declaración de impuestos y se generan los incentivos para que tanto los trabajadores de bajos ingresos busquen esquemas de empleo formal, como para que los empleadores los contraten.

    Ya para despedirme, un brevísimo comentario sobre la desigualdad. Desde mi punto de vista la desigualdad en los ingresos no es el problema de fondo en términos de justicia social, sino la pobreza. Al final de cuentas si es el esfuerzo, la dedicación, la mayor productividad, la habilidad de las personas, y otros factores conducen a que alguien gane más dinero, no lo considero incorrecto, en realidad las diferencias en los ingresos no pueden verse como un problema de justicia social. La desigualdad en los ingresos es un problema cuando los medios para obtener un anhelado “progreso económico” son la corrupción, la impunidad, la delincuencia, la violencia.

    En cambio, el hecho de que las personas o los hogares no cuenten con los mínimos necesarios, es decir, las capacidades básicas para salir adelante, eso sí conduce a la injusticia social, pues no importa cuánto empeño se ejerza, simplemente no es posible romper el círculo vicioso. Si en México no hubiera pobreza, si todos tuviéramos la capacidad de progresar con base en nuestro mérito, no me importaría que Slim se volviera el personaje más rico del mundo, y por ende el coeficiente de Gni se disparara a 80, siempre y cuando lo hubiera logrado honestamente con su esfuerzo y habilidad empresarial. Ganar más dinero no es lo malo, lo malo es que hay mucha gente que por más empeño que le meta al trabajo, no lo logra.

    Saludos a Gil y a Checo.

    Iván González

    PorAnonymous Anónimo, a las 8:41 a.m.  

  • Estimado Ivan,

    Tus comentarios me parecen muy inteligentes e interesantes, pero no coincido contigo. El que una sociedad sea desigual es, en si mismo, un problema. El que el indice de Gini se dispare a 80 no puede ser compatible con una sociedad en la que haya "justicia social". Si Gini se dispara a 80 no es, por ninguna via, resultado exclusivo de la capacidad empresarial y el trabajo honrado de un grupo -o una persona-, sino por una estructural incapacidad para crear oportunidades. No hay en el mundo un pais que sea desigual y que tenga "justicia social" al mismo tiempo.

    La gran desigualdad de los pueblos es una falla de los sistemas democraticos. No estoy diciendo que una sociedad democratica debiera ser una sociedad perfectamente igualitaria, pero si establezco que una sociedad desigual es mas el resultado de un sistema que favorece a pocos -aunque sea por vias legales y sin la necesidad de ejercer ningun tipo de corrupcion- y no por la capacidad iluminada de unos cuantos para acaudalar riqueza. Y para ejemplo baste un comentario (perdon por la falta de acentos, pero estoy en la universidad y aqui las computadoras no conocen el castellano): si yo tengo una gran idea y la desarrollo con gran capacidad empresarial, convirtiendo a mi empresa en lider mundial, creo empleos y recaudo una gran fortuna, pocos podrian tildarme de corrupto, ratero o anti-patriota. Pero si el estado no me obliga a cumplir con ciertos parametros laborales -condiciones laborales, sueldos, prestaciones, etc.- y si el sistema fiscal no me requiere de solidaridad para mejorar la calidad de vida del lugar en el que vivo -que a final de cuentas mejorara mi propia calidad de vida- entonces estamos en un lugar en el que hemos perdido la capacidad de asegurar un estandar de vida digno para todos. Como empresario estare sacando una ventaja legal de ese sistema, reduciendo los costos de mi empresa, y lo hare legalmente. Ese es, por ejemplo, el espacio que el sistema legal en Estados Unidos le ha abierto a empresas como Wal-Mart que por reducir al maximo sus costos pagan sueldos de miseria, tienen "ahorcados" al sector agricola, y ha producido un gran deterioro ambiental en terminos de poco eticas practicas agroindustriales.

    Construir un pais que tienda a ser igualitario -y no hablo de la China comunista sino de los paises nordicos, por ejemplo- es una aspiracion muy alta y quizas utopica, pero la mera aspiracion nos lleva a crear espacios de oportunidad y redes de solidaridad social. Creer que cada quien esta por su cuenta, mientras cumpla con la ley -del mercado, del mas fuerte, del estado, etc.- es renunciar a la aspiracion de construir un mundo diferente.

    Un abrazo, y gracias por tu opinion.


    Gilberto

    PorBlogger Perfil, a las 1:54 p.m.  

  • Estimado Rodrigo,

    Una persona que gana menos de $4,000 pesos al mes no deberia no solo no pagar impuestos, sino incluso tener algun tipo de ayuda gubernamental. Y si no es en efectivo, esta ayuda si deberia tener la forma de, al menos, servicios publicos de calidad y oportunidades de desarrollo -educacion, capacitacion laboral, subsidios al consumo, etc. Por otro lado, el que las personas de menos de $4,000 no paguen impuestos NO contradice el argumento de nuestro articulo. El resultado es el mismo. La carga fiscal, de acuerdo a la propuesta explicita de Calderon, se va a distribuir en una tasa unica entre los contribuyentes, sean estos las personas que ganan mas de $4,000, $5,000 o $6,000 pesos al mes. Un sistema con tasa unica es regresivo, como argumentamos Sergio y yo en el articulo, y eso es, en cualquier parte del mundo, una via para incrementar la desigualdad. Ademas, esa propuesta necesariamente lleva a una reduccion en los recursos fiscales del estado.

    Ademas, hace falta reducir los impuestos a los mas ricos en Mexico? Vale la pena reflexionar al respecto. Para analizarlo deberiamos de discutir si la carga fiscal en nuestro pais es demasiado grande. Ese seria un interesante articulo. De entrada te puedo decir con seguridad que, por el lado de la recaudacion fiscal, en Mexico somos tan eficientes como en varios paises africanos. Nuestra recaudacion fiscal con respecto al PIB es de menos del 15%, segun recuerdo la ultima ocasion que lei el dato. Paises desarrollados recaudan entre el 30% y el 40% del PIB.

    En fin, me parece que es un debate interesante. Pero sigo creyendo que, como dijimos en el articulo, la propuesta es ingenua, regresiva e innecesaria. Es "viable" en tanto "viable" sea incrementar las desigualdades en Mexico.

    Un abrazo, y muchas gracias por entrarle al debate


    Gilberto

    PorBlogger Perfil, a las 2:08 p.m.  

  • Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    PorBlogger Perfil, a las 2:57 p.m.  

  • reedon has a thousand charms to show,
    That slaves, howe'er contented, never know

    Acabo de leer esta frase (William Cowper), que me hizo recordar la discusion sobre igualdad y justicia.

    La frase de Cowper invita a pensar en todas esas cosas que la aspiracion a la libertad nos lleva legitimamente a buscar. La libertad de un pais puede ser evaluada en terminos de las oportunidades que como seres humanos tenemos para alcanzar nuestras metas o anhelos. Desde esta perspectiva, que es la que Amartya Sen discute en su libro Rationality and Freedom, lo importante no es el resultado de ese anhelo, sino cuales son las oportunidades reales que una persona tiene para lograrlos. Un sistema que te ofrece la libertad de acudir al supermercado y seleccionar entre muchos el producto que deseas es, para algunos, suficiente expresion de libertad. El mismo argumento puede ser ampliado para un sistema en el que siguiendo las reglas del juego se acumula la riqueza en un grupo de personas.

    Sin embargo, y creo que con buenas razones, para otros eso no es aceptable, ni tampoco expresion de libertad. No hay libertad cuando no existe una real posibilidad de eleccion.

    Si el gobierno deja de asegurar para un gran sector de la sociedad de oportunidades de eleccion, y no creemos que eso sea inaceptable, estamos de facto apoyando un sistema en el que muchos son, en esencia, victimas de represion. Y democracia sin libertad es una enorme y peligrosa contradiccion.

    PorBlogger Perfil, a las 6:15 a.m.  

  • En el primer debate presidencial (abril), Felipe Calderón Hinojosa, candidato del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), presentó su propuesta de reforma fiscal y reafirmó que su implementación sería lo mejor para el país.

    ¿Cuál es esa “barita mágica”? El proyecto del candidato de la derecha mexicana es convertir el Impuesto sobre la Renta en un gravamen de tasa única para cualquier nivel de ingreso. Para demostrar su efectividad nos habla de su éxito en 8 países de Europa del Este: Estonia, Lituania, Letonia, Rusia, Ucrania, Eslovaquia, Georgia y Rumania.

    Supongo que esta propuesta está basado en datos duros y un estudio rígido. Viendo la formación del candidato como abogado de la Escuela Libre de Derecho, maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard, y maestro en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), uno puede presuponer que su propuesta está hecha con la profesionalidad que rerquiere.

    Yo no soy economista y desconozco por completo cómo se implementaron las reformas en estas naciones, así como las necesidades propias de cada país. Sin embargo, tengo varias dudas sobre la pertinencia de aplicar modelos de sociedades tan distintas a México. ¨¿Por qué?

    De acuerdo a los estudiantes de Europa de Este que he tenido la oportunidad de conocer acá en Japón, todo indica que la reforma económica que se implemento en esas latitudes y que nos vende ahora Calderón funciona siempre y cuando, en el país exista una mano de obra calificada (educación técnica) y las bases de un Estados de Bienestar (seguro social universal mínimo) para que la compensación de los impuetos sea equitativa. De lo primero México no hay mucho. De lo otro, simplemente es un sueño guajiro.

    Así, que es probable que no sirva o bien se le tenga que hacer una modificación planificada y no basada en la lógica del mercado. Pero repito, no soy economista, así que no puedo decir a ciencia cierta si lo que voy a decir aquí sea conciso.
    Ahora bien, la pregunta ahora es, en serio funcionó este modelo. La respuesta es que fincionó a medias. Déjenme argumentar mis ideas con algunas evidencias informales.

    Un buen amigo chileno que está viviendo por unos meses en Rumania y que conoce a la perfección Japón y a su país (por supuesto), me dice que en esa nación ex socialista no hay opulencia y equidad como la que pregona Calderón. Entonces. Las finanzas se han saneado pero las desigualdades siguen presentes. Entonces, qué funcionó ahí.

    De igual manera, leyendo algunos periódicos japoneses, he encontrado artículos que muestran que las reformas neoliberales no han traído respuestas alentadoras. Los periódicos hablan de una polarización y un éxodo hacia la Unión Europea (creo que en eso si somos similares Europa de Este y México).

    Asimismo, en estos países exisitía una estatización del mercado y un estado de Bienestar sumamente corporativo. Po esa misma razón, era necesario una reforma fiscal. Sin embargo, la situación que se vive en México ahora no es lo que había en la década de los noventa en Europa del Este. Es más, no hay ni siquiera Estado de Bienestar, ese se desmanteló en los años ochenta... El problema de México es un problema en la recaudación fiscal y las desiguladesd sociales ¿Por qué tenemos que aplicar un modelo así? Pregunto.

    Yo no critico que no se puede aprender de otros caso. Es una empresa necesario. Tenomos que encontrar varias opiciones y adecuarlas a las necesidades de México. En este sentido creo que el candidato de izquierda Andrés Manuel López Obraror (AMLO) está errado al afirmar que él no aplicaría modelos exitosos de otros países en caso de ser presidente. Espero que su asero Ramírez de la O sea menos segado que AMLO.
    Sin embargo, creo que Calderón no tiene la suficiente honestidad para decirnos que las condiciones que prevalecen en México son distintas a los ejemplos que él dice que son la panacea. Habla por hablar. Por ejemplo, la otra vez dijo que él personalmente apoyaba a Israel en su lucha contra los palestinos porque era legitima... Luego dicen que AMLO es el ignorante.

    No es por menospreciar a los economistas pero creo que suelen ver siempre a la ligera, la política y las condiciones históricas que acompañan a las reformas.
    Un ejemplo es un Blog que encontré: http://mexicoliberal.blogspot.com/

    El autor del Blog se autodefine como liberal en todos los sentidos (político y económico) y afirma que no perteneciente a un partido, pero no es capaz de decir su nombre, restándole credibilidad .
    ¿Qué dice? Creo que es mejor leer el blog, pero el autor llamémosle, anónimo liberal, analiza básicamente las propuestas de los candidatos para decirnos las maravillas que implica el ser “liberal”.

    Sin embargo, cuando uno lee su blog, nuestro amigo o amiga no lo sabemos, nos daremos cuenta de que está concentrado sólo en un ataque frontal hacia AMLO y Roberto Madrazo, candidatos de la oposición. De hecho, yo no veo ninguna parte su parte liberal en lo político, parece miembro del PAN (suponiendo que Patricia Mercado es el lector más liberal del espectro políticio). Pero bueno, cada quien se define como quiere. Eso es la democracia

    Pero regresando al blog de nuestro amigo el liberal anónimo, lo que hace es sacar miles de datos de INEGI y los ordena para demostrar que AMLO es de los peor. Probablemente tiene razón, hay datos que no se pueden cucharear. Pero la forma como se presentan si y la propia lectura de los datos.
    Además, defiende a capa y a espada los éxitos de las reformas neoliberales implementadas en Inglaterra, Islandia, Irlanda, Estonia y Vietnam. Además, dice que en Hong Kong y Corea del Sur llegó el neolibealismo y con su arribo dice que no se ha detenido el crecimiento económico.

    El anónimo liberal parte de la idea de que en la mayoría de los países, antes de las reformas neoliberales, prevalecía una ineficiencia y que la reforma neoliberal los sacó adelante de su miserables situación “socialista”. Puede ser. Pero sus afirmaciones son tan simples y basadas en datos macro que tengo dudas.

    No sé si es correcto decir que el programa económico que aplica actualmente Vietnam, el Doi Moi, sea realmente lo mismo que hizo Margaret Thatcher en el decenio de los ochenta. Tampoco creo que el país de las Sagas, Islandia, haya sido en estricto un estado socialista. De hecho, si lo comparamos con sus primos hermanos, los países de norte europeo (Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega), Islandia no tuvo un desarrollo un estado de Bienestar tan amplio. (Véase The History of Iceland de Gunnar Karlsson)

    Además, dado que las reformas parte de un contexto de un Estados de Bienestar universal. No se si sea tan válido poner en la misma cateegoría a todos. Ante que nada, como ha demostrado el politólogo Gøsta Esping-Andersen, el Estado de Bienestar está relacionado con el desarrollo político de los partidos de izquierda (Esping-Andersen, The Three Worlds of Wealfatre Capitalism). Es decir, entre menos socialdemocracia, menor estado de Bienestar.
    Entonces, Vietnam y Corea no cuadran ahí. De hecho, en Vietnam por si no lo sabe, nuestro amigo, no hay un sistema de partidos plural (de hecho es comunista) y en Corea ni Hong Kong existen partidos de izquierda, por cuestiones históricas que supongo él sabe (espero) . Entonces, no son iguales...

    Asimismo, piensa que Corea es un país con un alto crecimiento nada más por una reforma neoliberal y lo llama exótico. Demuestra su poco conocimiento sobre la importancia del capital humano y la importancia de una reforma de la administración pública. Eso es lo que hizo posible el éxito. El economista e historiador Ugo Pipitone constata esto en su libro la Salida del Atraso. Además, Amartya Sen, nobel en economía, lo ha dicho claramente si no se desarrolla capital humano no funciona nada.

    Finalmente, creo que tanto Calderón como el anónimo liberal estaría reprobados en Política Comparada. Comparan Peras o Manzanas y lo peor tienen el descaro de decir que no son distintos.
    Dado que no conocemos la formación del anónimo liberal, no podemos decir nada más de él o ella. Pero de Calderón sí. Tantos años de estudio y para que salga diciendo que el modelo Ruso es el mejor (no el comunista, por supuesto) para México...
    Es necesario discutir con seriedad las propuestas de los candidatos. No se vale sacar miles de ejemplo si no se sabe mucho de ellos.

    PorBlogger Isami Romero, a las 7:54 a.m.  

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